Muchos/as adolescentes pueden sentirse atraídos/as por revisar material con contenido pornográfico, es decir, observar revistas, páginas de internet o películas donde se muestran imágenes o textos que presentan situaciones sexualmente explícitas en las que se resalta principalmente la parte genital con la finalidad de producir excitación desvinculada de la afectividad.
Es natural que tengas curiosidad por la pornografía sin embargo debes recordar que ésta representa una realidad distorcionada y exagerada la cual puede influir negativamente en tu concepción de la vivencia de la sexualidad.
La pornografía es básicamente un negocio y los/as adolescentes son considerados por estos comerciantes como clientes fáciles, por ello es importante que uses tu criterio si decides ver pornografía, teniendo siempre presente que no estás obligado a hacerlo si no quieres.
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